La dimensión de las decepciones de Luis Perea, mejor conocido en el mundo del rap como “Proof”, es el primer libro de poesía, publicado en 2023, por el rapero mexicano oriundo de la CDMX, bajo el sello de la Editorial Mavros de la que es fundador junto con Carlos Narro.
La poesía de Luis Perea, es, una interrupción a media frase, entre el ruido de la CDMX y el ruido en la mente del poeta. Es dimensionar no solo la decepcionante vida, si no el sentir de todo aquel que la habita, la crudeza de la palabra, es como un golpe que sabe caer perfecto en el ritmo, por eso también leer los poemas de Luis es escuchar a Proof en una base de Rap y escucharlo es encontrarle los versos poéticos.
Adentrándonos en el contenido del poemario; es una recopilación de poemas en los que se nota la influencia de Charles Bukowski y del realismo sucio, de escritores de la generación beat, como Burroughs, Kerouac, se entre deja ver ese tono irónico pero apegado a la realidad próxima de Vonnegut, y de la corriente poética que no busca maquillar o metaforizar de más una idea, si no decirla tal como es, haciéndola resonar en nuestra alma.
¿De qué se trata la movida? ¿Quién tiene mejores piezas?
¿El que nunca de suicida o el que la hace y no la piensa?
Escuché alguna vez en otro autor que hay que tener voluntad para vivir y voluntad para matarse y Luis también lo tiene claro, la vida de un escritor en la ciudad viene acompañado de un caos, es como un defecto de fábrica, viene incluido en ese kit de poeta, no nos equivocamos si de vez en cuando seguimos teniendo como referencia de poeta a esa persona atormentada, porque ¿Quién no vive atormentado por esta cotidianidad? Y en la misma necesidad de afrontar ese tormento, se escribe, se pinta, se canta, se danza “pero son con los nudillos y nunca con las rodillas”.
Solemos pensar muchas veces, cada vez es menos y que bueno, que la poesía solo puede germinar en ambientes de cierto nivel socioeconómico, con cierto nivel de intelectualidad o en ciertas esferas. El barrio da de que hablar, el sonido de esas calles que nunca duermen, el borracho y el oficinista que solo los separa un techo, pero que a los dos les gustaría otra vida, el grito de auxilio que el suicida nunca se atrevió a dar y en todo esto quizá hay algo, mucho o poco en que me reflejo…
hay noches en que he llorado hasta los ojos
y me han quedado vacías las cuencas
con solo un recuerdo liquido
y más insípidas ansias de quejarme…
Poemas de insomnio, eso son los poemas que habitan la dimensión de las decepciones, poemas que te asaltan cuando estás a punto de dormir o cuando más tranquilo estás, ese recuerdo de tus errores, ese recuerdo de alguna relación en donde quizá ves de frente a la persona y solo ahí puedes decirle…
Yo te usé como me usaste y no eras ni eso
que pensábamos que eras cuando nos veníamos juntos.
Yo no fui ni tuyo ni de ella ni mortal ni omnipotente
ni buen sexo ni tan malo ni pañuelo ni cajón.
Y los reclamos siguen y a veces ya no sabes a quien reclamas, y te acabas reclamando a ti mismo. Esa desolación y desasosiego la sabe plasmar muy bien el autor, porque quizá es la suya, pero que una vez que nosotros la leemos se convierte en ese espejo que nos dibuja a su semejanza.
En un mundo que pareciera que se premia el optimismo cada vez más, los buenos decretos, la “buena vibra”, se agradece la crudeza y los versos sin maquillaje de poetas como Luis. Poetas que muestran esa realidad no siempre tan bella, llena de sin sabores, esa realidad llena de dudas, de pensamientos vagos, de rutina, de sobre pensar, de altibajos y a veces pareciera que más momentos bajos y…
tengo sueños de otros mundos
mi existencia me parece un tanto forzada,
caótica. Desquiciada y borrosa
como el frio efímero de un amanecer.
Aunque después de todo siempre queda espacio para el amor “recuerdo unos abrazos y unos dolores y te amo, pero no a medias, te amo completamente hasta que la llama se extinga”, y la burla. El sentido del humor y el sentido del querer e incluso el sentido del perder, siempre van de la mano con una buena sonrisa, o el cómo inmortalizamos aquellos bellos momentos con una sonrisa o aminoramos la pena de la misma manera…
Cuando alguien me mienta la madre
le pregunto:
¿Es un haiku?
Buena broma mexicana.
Me gusta pensar que la poesía es ese lugar al que podemos ir cuando no tenemos las palabras para describir la vida y la existencia, y que la poesía llegó a nosotros como una señal en la carretera, siempre estuvo ahí.
…siempre le digo a la gente
hazle caso a tus sueños.
El mejor consejo de mi vida lo leí en la carretera
Decía: OBEDEZCA LAS SEÑALES.